El Rescatista sabe que para poder encontrar a una persona extraviada, tiene que desviar su atención de su objetivo y enfocarse en encontrar señales, en encontrar pistas.
Una persona sin experiencia puede pensar que lo importante al realizar la búsqueda de una persona extraviada es tratar de encontrarla. Gritar su nombre, moverse rápido para tratar de localizarla antes de que caiga la noche, concentrar todo su esfuerzo y atención en encontrarle.
Sin embargo, un rescatista experimentado sabe lo que tiene que hacer al iniciar una operación para localizar, digamos, a una joven extraviada en un bosque. Sabe que su atención no puede estar en encontrar a la joven perdida, que es sólo una. Sus sentidos deben estar enfocados en encontrar pistas, que pueden ser decenas, centenares. Si se concentra en la joven, no podrá ver ni encontrar el sinnúmero de señales en su camino que le brindarán información cada vez más precisa, cada vez más valiosa y útil para alcanzar su objetivo. Sin olvidar cuál es su meta, él se concentra en cada pieza de información, en cada paso que da, con la certeza de que, sí realiza el proceso con intención y atención, alcanzará su objetivo. Una búsqueda es un clásico misterio… buscar pistas, analizarlas, obtener información y con ésta poder encontrar un sujeto, una localización o una explicación…
En un mundo enfocado en estadísticas, resultados y metas que alcanzar, muchas veces nos olvidamos del proceso, del camino, de la vida. Decía John Lennon en su canción Beautiful Boy: “La vida es aquello que nos sucede mientras estamos ocupados haciendo otros planes.” (“Life is what happens to you while you’re busy making other plans.“)
Tenemos que trazarnos metas. Tenemos que crear un plan para alcanzarlas, establecer estrategias, prioridades, y definir las tácticas que nos llevarán a alcanzar nuestros objetivos. Pero no podemos olvidarnos del proceso. Porque las pistas, el proceso nos trae la información, el aprendizaje, el crecimiento. Y si nos concentramos en la meta nos perdemos lo más importante… lo aprendido en el proceso.
Porque tal vez descubras que la joven “extraviada” no estaba realmente en el bosque. Tal vez estaba segura y cómoda en otro lugar. O simplemente la joven “perdida” simplemente no quería ser “encontrada”.
El legendario Bruce Lee nos dijo: “Una meta no es siempre algo que debemos alcanzar; muchas veces nos sirve como algo hacia donde enfocar nuestra mira.” (”A goal is not always meant to be reached, it often serves simply as something to aim at.”)
El Rescatista sabe que si sigue el proceso y se enfoca en cada paso, alcanzará su meta. Y aunque no sea la meta original, se llevará consigo lo aprendido.
Gran lección de vida. Cuántos rescatistas nececitan ser rescatados porque se han enfocado solamente en lo que quieren rescatar…