Cuando hablamos de seguridad y rescate en ríos, tomamos en cuenta varias características del agua en movimiento o situaciones que podemos enfrentar. Una de éstas es conocida como COLADERA (strainer en inglés).
Una coladera ocurre cuando un árbol, ramas, basura, escombros u otras cosas caen al río creando un obstáculo que bloquea el paso de objetos grandes pero permite el paso del agua. Una persona en el agua puede quedar atrapado en una coladera. Si no sabemos reconocerla y evitarla, podemos quedar pillados y sufrir lesiones serias o morir ahogados.
¿Y qué se puede hacer ante una coladera?
- La experiencia y el conocimiento adquirido en adiestramientos nos permite identificar anticipadamente las coladeras para evitarlas.
- Si nos encontramos en ruta hacia una coladera que no podremos evadir, debemos conseguir suficiente impulso para pasar por encima de ésta de la siguiente manera:
- voltearnos hasta quedar con la cabeza hacia el frente y concentrar nuestra atención en la coladera
- nadar vigorosamente de frente hacia la coladera para adquirir mayor velocidad
- cuando ya la coladera esté a nuestro alcance, buscamos agarrar con nuestras manos e impulsarnos para pasar por encima del obstáculo lo antes posible. De no poder pasar completamente éste, al menos conseguiremos tener el cuerpo fuera del agua y no pillado bajo la corriente.
Menciono todos estos datos porque encierran una lección que intento incorporar a mi vida cada día. El mismo proceso que uso para evitar una coladera en el río lo aplico a los obstáculos y problemas en mi vida cotidiana.
Muchas veces nos encontramos con problemas; algunos ni siquiera podemos detectarlos a tiempo y cuando nos damos cuenta ya es tarde y quedamos “pillados” bajo estos. Siempre que sea posible, seguiré una serie de pasos para enfrentar mis problemas:
- Intentaré ver a tiempo la situación con riesgos potenciales y evitaré el problema
- Cuando no pueda evitarlo, lo enfrentaré con toda mi atención e intención de resolverlo.
- Buscaré resolverlo y salir de éste lo antes posible. Lo atenderé con el sentido de urgencia que se merece. Evitaré prolongar mi enfrentamiento con riesgos, dificultades o situaciones que me podrán quitar la energía, debilitar y vencer si lucho con éstos por más tiempo del que puedo.
Trato que esa sea mi estrategia para enfrentar los problemas cotidianamente, aunque reconozco que no siempre se puede hacer así. Si tienes un problema y la solución requiere comunicación, pues habla, exprésate… pero ¡hazlo ya! No dejes que se acumule la presión. Y si resolverlo requiere acción, ¡pues actúa ya!…. Y cuando nuestro conocimiento y nuestras experiencias no sean suficientes para ayudarnos a conseguir la solución, pues, busquemos ayuda.
Nota: Esta información es parte de la conferencia/taller “Cuando el río suena”, el cual combina información sobre seguridad en ríos con las lecciones de vida aprendidas en esos cuerpos de agua. Deja tu pregunta en los comentarios para más información.
Cristóbal.. Excelente comparación y enseńanza..quiero tomar ese taller o conferencia…